Alba Mir Cros, curso 2014-2015
La tos ferina es hoy en día una enfermedad emergente en los países industrializados a pesar de las extensas campañas de vacunación y las elevadas tasas de inmunización. Las principales causas que se postulan que pueden estar involucradas en este fenómeno incluyen la inmunidad menguante asociada a las vacunas acelulares (DTPa) administradas actualmente y la adaptación de Bordetella pertussisa la inmunidad inducida por la vacuna. Las vacunas DTPa contienen combinaciones de diferentes antígenos que incluyen:toxina pertussis (TP), hemaglutinina filamentosa (FHA), pertactina (PRN) y fimbrias 2 y 3 (FIM 2 y3). Con el objetivo de conocer la epidemiología molecular de aislados clínicos de B. pertussis causantes de tos ferina en el área metropolitana de Barcelona a partir de la introducción de la vacuna DTPa y describir los polimorfismos de los factores de virulencia asociados a los genes prn, ptxA y fim3 y al promotor ptxPde este microorganismo, se ha estudiado una selección de 109 cepas aisladas entre 2007 y 2014 en el Hospital Vall Hebron. Para ello se han estudiado mediante electroforesis en campo pulsado (PFGE), multiple-locus variable number tándem repeat analysis (MLVA) y amplificación y secuenciación. Los resultados han mostrado diferencias antigénicas entre las cepas vacunales y las cepas estudiadas.
Los alelos que circulan predominantemente de los principales factores de virulencia analizados son: ptxA.1-fim3.2, siendo los alelos que componen las vacunas DTPa: ptxA.2/4-fim3.1.El promotor de la TP también ha experimentado un cambio alélico coincidente con la introducción de la vacuna DTPa, pasando de ser ptxP.1a ser ptxP.3en la mayoría de las cepas aisladas clínicamente, fenómeno que se ha asociado a una mayor producción de la toxina pertussis.Por otra parte, se han observado diferencias genéticas continuas en B. pertussis, cambios que hacen patente el salto entre periodos interepidémicos y años epidémicos de la enfermedad. En conclusión, la introducción de la vacuna DTPa en el año 1998 ha comportado una evolución genética de las cepas circulantes de B. pertussis, que acompañada de cambios antigénicos, ha permitido al microorganismo escapar de la presión selectiva ejercida por la vacuna y adaptarse la inmunidad conferida por ésta, comportando un aumento de casos de tos ferina.